¿Sabes que es la tendencia DIY? Para algunos es un movimiento originado por los llamados anticapitalistas, con la intención de frenar el consumismo. Se basa en la idea de crear o reparar en lugar de comprar.
Su premisa principal gira en torno a que debemos realizar un mejor aprovechamiento de los recursos existentes. Así pues, este movimiento incentiva a producir o reparar aquellas cosas que queremos en lugar de comprar nuevas.
Indice de contenidos
¿Qué significa DIY?
DIY son las siglas de la expresión en inglés Do It Yourself, que en nuestro idioma se traduce como «hazlo tú mismo». Su objetivo es buscar la reducción del consumismo y la generación de desechos.
Se trata de una tendencia en la que, como su nombre lo indica, las personas tienen que decidirse a hacer las cosas por sí mismas y disminuir los niveles de compra de algunos productos. Para lograrlo utilizan productos reciclados o productos sostenibles.
Por otro lado, el DIY incentiva la imaginación y el desarrollo de destrezas manuales. La idea es que las personas hagan sus propias creaciones o reparaciones, con sus propias manos, algunas herramientas y los materiales disponibles a su alcance.
Puede incluir la decoración de ambientes, regalos, vestidos, fabricación o reparación de muebles, etc. En la mayoría de los casos se trata de una acción sostenible en la que la imaginación es el límite.
¿Cuál es la historia de este movimiento?
Este movimiento nace en los Estados Unidos en la década de los 50. Pero tiene un repunte o relanzamiento a principios de la década de los 70.
Se presenta como una respuesta del movimiento punk, que se negaba a participar de la cultura económica consumista del momento.
Es decir, renace como una manifestación de los movimientos anticapitalistas a la creciente industrialización de la producción y el consumo desmedido de los productos producidos por el capitalismo. Rechaza el sistema, al no comprar o contratar los servicios técnicos cuando algo se daña.
¿Cuáles son los beneficios del Do It Yourself?
La puesta en práctica del Do It Yourself trae consigo algunos beneficios para nuestros bolsillos y nuestra salud. Veamos algunos de ellos:
- Potencia el ahorro, lo que favorece nuestra economía.
- Elimina la dependencia de terceros.
- Incentiva una cultura de sostenibilidad que rechaza el consumismo irracional.
- Impulsa la conservación del medio ambiente, puesto que incentiva la utilización de materiales reciclados o reutilizables.
- Reduce la ansiedad y el estrés. Y es que la mente tiende a desconectarse de las posibles situaciones estresantes del día a día, al centrar la atención en una actividad gratificante y relajante.
- Mejora la concentración. Cada vez que emprendemos un nuevo proyecto debemos concentrarnos y prestar absoluta atención en lo que estamos haciendo.
- Mejora el nivel de autoestima. Cada vez que logramos completar un proyecto sentimos orgullo y satisfacción por la obra realizada. Eso se traduce en una mayor confianza.
- Mejora la psicomotricidad y retrasa el envejecimiento. Hay trabajos de detalles que requieren de toda la atención y coordinación motora. Además, una mente ocupada se mantiene joven durante más tiempo que una que no se ejercita.
- Incentiva la imaginación. Gracias al DIY podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación y hacer realidad muchas de nuestras ideas.
¿Qué pasa con el DIY si no tengo habilidades manuales?
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la tendencia DIY no requiere de habilidades especiales, ni conocimientos técnicos o científicos profundos. Y obviamente dominar cualquier área, requiere de dedicación y práctica constante.
Así que, las habilidades que en realidad necesitamos, no son manuales o implican conocimientos avanzados sobre lo que queremos hacer. Lo que en realidad necesitamos es poseer ciertas habilidades mentales y lógicas. Entre ellas las principales son:
- Una actitud positiva y constancia frente a los retos. La práctica hace al maestro. Y el aprendizaje es algo que requiere de constancia y una actitud positiva.
- La paciencia y perseverancia, pues no siempre los proyectos salen bien al primer intento. Aquí es donde se debe ser paciente y perseverante para volver a intentar y comenzar desde el principio si es necesario.
- Saber buscar información y seguir instrucciones. Hoy en día no hay nada que no se pueda encontrar en internet. Es solo cuestión de saber buscar, ya que hay tutoriales para el arreglo y reparación de múltiples cosas. Seguramente también vamos a encontrar un tutorial para nuestro proyecto. Solo debemos seguir las instrucciones.
- Por último, debemos ser capaces de pedir ayuda de ser necesario. Ser autodidacta está bien, pero algunas veces es necesario pedir ayuda a alguien más experimentado.
El DIY, una tendencia que llegó para quedarse
Para finalizar, podemos decir que el movimiento DIY o «hazlo tú mismo» implica una actividad destinada a procesar un producto sin utilizar servicios de pago o involucrar a especialistas.
La idea principal es que las personas no deben tener miedo de hacer las reparaciones por sí mismas, sin recurrir a la ayuda de técnicos especializados. Esto les permite incentivar y desarrollar su imaginación y habilidades manuales.
Gracias al DIY cualquier persona puede ser diseñador, artesano o artista. Solo debe llevar a un plano físico todas sus ideas. Y esto es algo que muchas personas ya han entendido y puesto en práctica. ¡Incorpora este hábito sostenible a tu día a día!