A primera vista, la sal puede no parecer un ingrediente esencial para realzar el dulzor de los postres. Sin embargo, cuando se añade a ciertos postres, puede desempeñar un papel crucial para potenciar el sabor. Tanto si eres un pastelero experimentado como si acabas de empezar en la cocina, entender la ciencia que hay detrás de la sal en los postres es la clave para crear verdaderos platos dulces.
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¿Por qué funcionan tan bien la combinación de la sal y el azúcar?
La sal y el azúcar son dos de los ingredientes más comunes en los postres. Y aunque no parezcan compatibles, funcionan bien juntos.
El azúcar se utiliza para endulzar los postres, mientras que la sal se añade para ayudar a equilibrar el dulzor. Además ayuda a resaltar los sabores de otros ingredientes, como el chocolate o la fruta. Por ello, la sal puede hacer que un postre tenga un sabor más interesante.
Esto se debe a que el azúcar es un tipo de carbohidrato que se encuentra de forma natural en muchas frutas y verduras. También se añade a los alimentos procesados para mejorar su sabor. La sal es un mineral esencial para la salud humana, que ayuda a regular la presión arterial y el equilibrio de los fluidos en el cuerpo. Y por otro lado, también realza el sabor de los alimentos.
Cuando se utiliza en combinación con el azúcar, puede hacer que los alimentos dulces sean aún más dulces. La razón es que la sal bloquea los receptores de la lengua encargados de detectar el dulzor. Como resultado, el cerebro percibe el dulzor del azúcar con mayor intensidad. Además, la sal ayuda a enmascarar el regusto amargo del azúcar.
Así que si preparas un postre, no tengas miedo de añadir un poco de sal. ¡Puede ser el ingrediente secreto que haga que tu postre pase de ser bueno a genial!
También se puede echar sal en la fruta
La próxima vez que prepares una macedonia, prueba a añadir un poco de sal. Aunque parezca contradictorio, la sal puede realzar el sabor de la fruta. Las frutas dulces, como las fresas y el melón, son especialmente deliciosas cuando se les da un toque de sal.
El contraste entre el dulce y el salado puede ayudar a acentuar los sabores naturales de la fruta. Además, la sal ayuda a enmascarar el amargor de algunas frutas, como las naranjas y los pomelos. Así que si buscas una forma de hacer más sabrosa tu macedonia, echa mano del salero.
Consejos para echar sal en los postres
La clave para añadir sal a los postres es utilizarla con moderación y elegir el tipo de sal adecuado.
Algunos cocineros prefieren utilizar sal kosher porque tiene un grano más grueso. Este tipo de sal también tiene menos probabilidades de disolverse rápidamente. Sea cual sea el tipo de sal que elijas, asegúrate de añadirla lentamente y de probarla a menudo para no acabar con un postre salado.
Un poco de sal puede ayudar mucho a potenciar el sabor de los postres dulces. Así que prueba a añadir una pizca de sal a la masa cuando se esté horneando. Si estás haciendo un glaseado o azúcar fondant, añade una cucharadita de sal por cada taza de azúcar.
Y cuando trabajes con chocolate, añade siempre una pizca de sal para ayudar a resaltar el dulzor.
Tipos de sal para postres
Hay muchos tipos de sal, pero no todos son adecuados para la repostería. El tipo de sal más habitual es la sal común, que está formada por cristales pequeños y uniformes. Este tipo de sal se disuelve rápidamente y no deja ningún sabor residual en los productos horneados. Sin embargo ten cuidado, también puede hacer que parezcan demasiado salados.
Otro tipo de sal es la sal kosher, que tiene cristales más grandes que tardan más en disolverse. Esto da a los bizcochos y pasteles un sabor más complejo, sin hacerlos excesivamente salados.
Por último, la sal marina es el tipo más grande de cristal de sal. Es perfecta para espolvorear sobre postres como galletas de chocolate o brownies.
Así que la próxima vez que quieras añadir un toque extra a sus postres, decídete por uno de estos tres tipos de sal.
Qué postres no deberían llevar sal
Aunque un poco de sal puede realzar el sabor de los postres dulces, es importante tener cuidado, ya que no a todos se les puede añadir.
La leche condensada, por ejemplo, se utiliza a menudo en la repostería. Sin embargo, debido a su alto contenido en sodio, puede hacer que los postres tengan un sabor muy salado. Lo mismo ocurre con la mantequilla y la margarina saladas. Al hornear con estos ingredientes, es mejor utilizar versiones sin sal para evitar que el postre sea demasiado salado.
Otros ingredientes que pueden tener un alto contenido en sodio son las pepitas de chocolate, la fruta confitada y los frutos secos tostados. Así que cuando cocines con estos ingredientes, asegúrate de utilizar únicamente azúcar.
En Hogar Sostenible nos gusta la repostería
En Hogar Sostenible te recomendamos echar sal en los postres. Con este truco verás como tus bollos y pasteles tendrán un sabor diferente y al mismo tiempo mucho más dulce. La sal ayudará a equilibrar los sabores de los ingredientes para tener un resultado delicioso.