Los edificios verdes son estructuras sostenibles que contribuyen a la preservación del medio ambiente. Es decir, no generan contaminación y su impacto al planeta es positivo. Por esto, aquí te vamos a explicar cuáles son sus principales características y qué condiciones deben cumplirse al construirlos. ¡No te pierdas esta interesante información y compártela!
Indice de contenidos
¿Qué caracteriza a los edificios verdes?
Un edificio verde es una construcción que usa materiales que son completamente naturales. Por lo tanto, no debe incluir ningún tipo de sustancia tóxica en su estructura. Todo esto no solamente reducirá el impacto negativo hacia el medio ambiente, sino que minimiza considerablemente el porcentaje de energía que se consume.
Las construcciones sostenibles se adaptan al entorno del medio ambiente y mantienen el bienestar del hábitat. Es así que, este tipo de construcciones deben tener prácticas respetuosas hacia el planeta desde el mismo proceso de diseño.
Algunas de las características más importantes de los edificios sostenibles son:
Adaptación al entorno
Una arquitectura sostenible debe adaptarse perfectamente a su entorno sin que provoque ninguna alteración al medio ambiente. En pocas palabras, no debe afectar aspectos como el tráfico, el ruido y el consumo energético. Todo esto sin importar si el entorno es de tipo rural, urbano o natural.
Los edificios pasivos utilizan materiales respetuosos con el medio ambiente
Este es un punto fundamental en las viviendas ecológicas que deben reducir la famosa huella de carbono. Algunos de los materiales que se pueden utilizar en la construcción de estas estructuras son:
La madera y sus derivados
La madera forma parte de los materiales que menos impacto ambiental generan. Sin embargo, en el caso de los edificios sostenibles, la madera debe contar con un certificado que garantice que su tala ha sido responsable. ¿Qué significa esto? Que por cada árbol que se tala, se siembran otros más. Este material de la madera tiene excelentes propiedades de tipo aislante, por lo que además es eficiente a nivel energético. Esto quiere decir que en invierno mantiene la vivienda más cálida y en verano más fresca.
Todas estas características hacen que anualmente se ahorre cerca de la mitad de consumo de energía en sistemas de climatización.
También, aquí se pueden incluir los paneles de fibra de madera. Estos son el resultado del reciclaje de residuos de las industrias madereras.
Fibras de celulosa
Se trata de fibras que se obtienen del reciclaje del papel y que tienen excelentes propiedades aislantes. Adicionalmente, son ideales para evitar los insectos, los hongos y la propagación del fuego. Al igual que la madera, puede mantener la temperatura ideal tanto en verano como en invierno. Inclusive, su aislamiento acústico es mejor que con otros materiales.
Barro de tipo cocido
El barro cocido a altas temperaturas se utiliza para fortalecer el aislamiento y conservar las propiedades naturales de la misma tierra. Por esto, en invierno una vivienda puede mantener más tiempo la calidez y en verano el aire frío. Un material completamente natural.
El polibutileno y el polietileno
Estos son materiales mucho menos nocivos que el PVC y que pueden utilizarse en sistemas de conductos y drenajes. Inclusive, sirven para impermeabilizar y aislar eléctricamente. Y ni hablar de que son materiales completamente reciclables.
Los edificios verdes tienen un mínimo consumo energético
Una construcción ecológica debe tener un consumo energético mucho menor a una vivienda de tipo tradicional. Es por esto que, normalmente, suelen utilizar sistemas solares, geotérmicos o aerotérmicos. Todos estos son renovables y amigables con el planeta.
Ahorran agua al máximo
En la actualidad, uno de los elementos más valorados del planeta es el agua. Por esto, hay que cuidarla y reducir su consumo al máximo. Por lo tanto, los edificios sostenibles reciclan y reutilizan el agua. No obstante, también deben instalar un tipo de grifería que promueva un bajo consumo de agua. Otra buena técnica es tener sistemas para retener el agua de la lluvia, por ejemplo.
Los edificios verdes son certificados
El certificado LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño sostenible) es el que debe otorgarse a un edificio ecológico. Para obtenerlo es necesario cumplir con ciertas condiciones. Por ejemplo, tener sistemas de demanda controlada de ventilación para ahorrar energía. Además, cada material usado al construir debe ser reciclable, duradero y no tóxico ni contaminante. También, el edificio debe optimizar el uso de la luz natural al máximo. Asimismo, los baños y cocinas deben promover el mínimo uso del agua.
Otro certificado que debe tener un edificio verde es el BREEAM (Método de evaluación ambiental del establecimiento de investigación de edificios). Con este sistema se hacen determinadas verificaciones para constatar que no se afecta al medio ambiente. En este caso, se tiene en cuenta el tiempo desde el mismo comienzo del proyecto. Por tanto, es evaluado con la puesta de funcionamiento del mismo.
Edificios verdes, una apuesta segura por la sostenibilidad
En Hogar Sostenible nos preocupamos por el cuidado y la conservación de medio ambiente. Y, sin duda, apostar por los edificios verdes es un gran paso para empezar a hacerlo a lo grande. Sin embargo, siempre puedes optar por pequeños hábitos sostenibles que, por sencillos que parezcan, tienen una gran repercusión para el cuidado de nuestro planeta. El primer paso es despertar la conciencia medioambiental. ¡Todo lo demás llegará poco a poco!