¡Cuánto echamos de menos iniciativas como el Ranking Verde de empresas electrónicas de Greenpeace (Guide to Greener Electronics)! La última edición del valioso informe de la aguerrida organización ambiental de la que tuvimos noticia data de 2017. Con la esperanza de volver a tener un análisis de buenas prácticas tan detallado de los fabricantes de dispositivos, dedicaremos este post a recordar brevemente los resultados de la mencionada edición, de la que ya nos separan siete años.
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Al día de hoy, ¿habrá algo más común que los teléfonos inteligentes, los ordenadores y otros dispositivos informáticos? Te resulte obvio o no, detrás de estos equipos -cada vez más innovadores- hay una cadena de suministro y unos procesos de fabricación que aún dependen de fuentes de energía del siglo XIX. De hecho, las avanzadas funcionalidades de estas herramientas contrastan con la necesidad de prácticas mineras peligrosas, de sustancias químicas nocivas y de diseños que exigen muchos recursos al planeta. También es contradictoria con la imagen ecologista que pretenden proyectar la mayoría de las empresas de TI. Al respecto, Greenpeace lanzó la campaña Rethink-IT con el propósito de exhortar al sector informático a encarar la responsabilidad del impacto ambiental de sus actividades.
En su momento, el ranking verde de empresas electrónicas (la Guía publicada por Greenpeace EE.UU.) presentó un análisis de lo que 17 de las principales empresas de electrónica de consumo a nivel global estaban haciendo para abordar tales impactos ambientales. Para ese entonces, Greenpeace ya estimaba que aún quedaba mucho trabajo por hacer para lograr una informática verde o Green IT. Entre 2006 a 2012, Greenpeace publicó la Guía con regularidad, destacando los progresos de las empresas en la eliminación de materiales peligrosos de los productos y sus esfuerzos por hacerlos energéticamente más eficientes.
Como dijimos, la última edición de la Guía fue en 2017 y abarcó la medición de tres áreas de impacto críticas asociadas al diseño de productos y a la gestión responsable de la cadena de suministro en el sector que nos ocupa:
Cada una de estas áreas de impacto de las empresas se abordaron con criterios de transparencia, compromiso, resultados y esfuerzos de promoción. Para la calificación, se utilizaron letras (A, B, C, etc.). ¡Ninguna compañía obtuvo una A en la calificación general! La última edición de la Guía se concentró en el análisis las marcas más prestigiosas de dispositivos electrónicos (smartphones, tabletas y ordenadores personales) de Asia Oriental, Norteamérica y Europa.
Por curioso que parezca, el primer lugar del ranking verde de empresas electrónicas 2017 de Greenpeace lo ocupó una marca que no está precisamente entre las más vendedoras: Fairphone. Esta empresa, con sede en Amsterdam, Países Bajos y fundada en 2013, solo ofrecía en esa época dos versiones de un solo smartphone.
La firma se planteó intentar resolver muchos de los problemas más complejos del sector de las TI: diseñar un teléfono y una cadena de suministro que no explotara a sus trabajadores ni al planeta. Fairphone hizo importantes avances en el diseño modular que facilitaba la reparación y actualización de sus dispositivos, a diferencia de los diseños que Samsung y otros fabricantes reconocidos de smartphones lanzaron entonces.
Su calificación general fue de B y por áreas, destacó en consumo de recursos: Transparencia, A; Compromiso, A; Rendimiento, B en producción circular y A en vida útil de sus productos; Promoción, A.
A continuación, Greenpeace coloca a Apple. En este sentido, reconoce el compromiso con la protección del medioambiente de Tim Cook, desde que este asumió como consejero delegado de la firma. Con el liderazgo de Cook, Apple reconoció el cambio climático como un problema real y emprendió la iniciativa de emplear energías 100% renovables para la alimentación de sus centros de datos y otras operaciones. Cabe destacar que Apple fue la primera empresa en ampliar este compromiso a toda su cadena de suministro global en 2014. Desde ese año, alcanzó grandes progresos; entre ellos, comprometer a 14 de sus proveedores para operar con suficiente energía renovable para fabricar dispositivos o componentes de Apple.
En abril de 2017 la marca de la manzana mordida anunció su ambicioso objetivo a largo plazo de utilizar en sus dispositivos materiales que procedan al 100% de fuentes de circuito cerrado. De este forma, eliminaría la necesidad de depender de la extracción de nuevos minerales. Sin embargo, Greenpeace lamentó que el diseño de muchos de los dispositivos de Apple para el año de la medición hiciera imposible su reparación o actualización, acortando su vida útil.
En general, su calificación fue de B-, destacando en el área de energías renovables y cambio climático, con una A-.
El líder en ventas de PCs, Dell, regresaba al ranking verde de empresas electrónicas de Greenpeace tras fusionar al data center EMC en 2016. Si bien, Dell no es reconocida por marcar tendencia en el diseño de hardware, su utilización de materiales de circuito cerrado y el diseño de productos altamente reparables son atributos que otras empresas quieren imitar.
Por cierto, el informe de la organización ambiental elogiaba la transparencia de Dell; pero calificaba de “poco ambiciosos” sus compromisos sobre energía y recursos renovables. Razón por lo que se ubicaba a la zaga en planes de reducción de emisiones y despliegue de energías renovables respecto a sus competidores.
La calificación general de Dell fue de C+ y destacó en diseño sustentable y reducción de recursos con una B-.
En cuarto lugar, encontramos a HP, otro líder en computadoras personales. Greenpeace dijo en este informe de 2017 que HP proporcionaba información clara y detallada sobre su propia huella operativa. En particular, la compañía aportaba precisión sobre su cadena de suministro y los flujos de materiales en sus productos. Así como también, en torno a las sustancias químicas restringidas presentes en sus productos y procesos de fabricación.
Del mismo modo, la ONG ambientalista reconocía a HP como una de los primeros fabricantes de tecnología en determinar objetivos claros de reducción de gases de efecto invernadero en toda su supply chain. Asimismo, comprobó que estaba avanzando hacia su objetivo de un proveer 100% de energía renovable para sus operaciones en el largo plazo. Aun así reclamaba una mayor ambición para reducir las emisiones de GIS de su cadena de suministro.
En descargo de HP, Greenpeace aseguraba que la empresa demostró la factibilidad de desarrollar ordenadores, laptops y tabletas fáciles de reparar y actualizar. A diferencia de las ofertas que en aquel momento presentaban Apple, Samsung y otras marcas.
HP obtuvo una calificación general B, misma que logró en el área de energías renovables y cambio climático.
Sin duda, el fuerte de la multinacional china Lenovo es la fabricación de ordenadores personales. Para 2017, poseía una cuota cercana al 20% del mercado mundial. A decir verdad, sus smartphones y tabletas no destacan tanto. Nuevamente, Greenpeace pone de relieve el progreso, en este caso de Lenovo, en la reducción de las emisiones que genera su cadena de suministro. Pero advirtió que las mismas estaban aumentando rápidamente, al punto de multiplicarse por 9.
La ONG fue dura con el gigante asiático por no ser tan transparente al publicar su lista de proveedores y otros detalles sobre cómo estaba trabajando en la transición de estos últimos a una cadena de suministro de energía renovable. La compañía parecía estar dispuesta a ir más allá del uso de plásticos reciclados e incorporar más insumos secundarios y de circuito cerrado en sus equipos. Lamentablemente, no cumplió a cabalidad su compromiso de eliminar el BVC y los BFR, a excepción de su línea Think. Por todo esto la calificación general de Lenovo fue C-, obteniendo una D en eliminación de productos químicos.
Los 12 puestos restantes de la clasificación los ocupan las empresas en fabricación y servicios más conocidas. ¡Sí, leíste bien! En 2017, estas compañías no estaban dando la talla en sostenibilidad según Greenpeace. De allí, sus puestos y calificaciones:
Valdría el esfuerzo conocer los progresos de todas las marcas mencionadas al día de hoy. En Hogar Sostenible estamos pendientes de cualquier medición basada en criterios concretos como los del ranking verde de empresas electrónicas de Greenpeace que pueda arrojar más luz al respecto.
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