La dependencia energética de un país es una variable económica muy importante, que es un reflejo de la fortaleza o debilidad del mismo. Esta se define como la relación porcentual entre la cantidad de energía que se importa y el consumo energético total en el país. Normalmente, en épocas de paz y estabilidad internacional, la dependencia energética no es una variable a la que se le dé mayor importancia. Sin embargo, en momentos de crisis internacional, como el actual conflicto bélico en Ucrania, esta variable cobra una gran relevancia.
Las principales fuentes energéticas del mundo siguen siendo el petróleo, el gas y el carbón. Sin embargo, tales fuentes se concentran en países como los EEUU, Rusia, Arabia Saudita, Venezuela, México, Irán, Irak, Kuwait, etc. Los conflictos en cualquiera de esos países disparan los precios internacionales de la energía a nivel mundial, perjudicando las
economías de los países más dependientes.
Por lo dicho anteriormente, es imprescindible que cada país revise y optimice su modelo energético, para disminuir la dependencia y evitar crisis económicas. En este sentido, cada país dependiente debe diversificar y equilibrar sus fuentes de abastecimiento energético, evitando la concentración en un determinado país o región. Esta acción no disminuye la dependencia energética, sino que amortigua el impacto económico que producen los conflictos en cualquiera de dichos países.
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La dependencia energética en España y en Europa
La dependencia energética de España es del 73 %, la cual es una de las más altas en toda Europa. Sin embargo, en Alemania la dependencia alcanza el 61 % , en Italia llega al 76 % y en Francia es de 46 %. Finalmente, el promedio europeo de dependencia es del 55 %.
Estos valores no han cambiado en 10 años, a pesar de los esfuerzos por desarrollar fuentes energéticas alternativas y ecológicas como la energía solar, energía eólica, hidrógeno, etc. Cabe destacar que Rusia es el principal proveedor de petróleo, gas natural y carbón de toda Europa.
¿Qué medidas se pueden tomar para disminuir la dependencia energética?
Una manera de reducir la dependencia energética es produciendo más energía en cada país. Además, también debe hacerse un esfuerzo para reducir el consumo energético, haciendo más eficientes los procesos y equipos, tanto en el ámbito industrial como doméstico. A continuación, explicaremos con más detalle estas medidas, las cuales no pueden faltar en un modelo energético equilibrado, que tenga sostenibilidad económica y medioambiental.
Aumentar la instalación de plantas de energía renovable para disminuir la dependencia energética
La dependencia puede disminuirse incrementando la instalación de plantas eficientes de generación de energía renovable, en base a energía solar, energía hidráulica o energía eólica. Además, se debe impulsar la investigación y desarrollo para el empleo del hidrógeno como fuente masiva de energía. Por otra parte, es necesario seguir invirtiendo en investigación para mejorar la eficiencia de los paneles solares, ya que hoy en día solo llega al 20 %. Es decir, un panel solar fotovoltaico de 1 m2 apenas produce 200 W, a partir de los 1000 W que recibe del sol.
En los hogares debe incentivarse el uso de paneles fotovoltaicos, ya que disminuyen la necesidad de abastecimiento energético externo y bajan la dependencia energética. Esto no solo trae el beneficio económico de una reducción de la factura por consumo de energía, sino que también trae beneficios al medioambiente.
Mejorar el modelo energético en procesos industriales y domésticos
Todavía es mucho lo que se puede mejorar en procesos industriales para disminuir el consumo de energía. Por ejemplo, muchas empresas no invierten en la sustitución de sus viejos hornos y calderas de gas, aunque tengan un rendimiento relativamente bajo. Lo mismo sucede con muchas máquinas diésel y turbinas de gas, las cuales podrían mejorar su rendimiento si se adaptaran a los nuevos avances tecnológicos.
En muchas ocasiones, los procesos productivos pueden estar generando un alto porcentaje de material de desecho, el cual tendrá que reprocesarse posteriormente. En consecuencia, esto va a requerir un mayor consumo de energía. Por otra parte, los ajustes inapropiados de la temperatura de proceso y del caudal de aire comprimido ocasionan importantes derroches de energía eléctrica y gas. Todos estos aspectos mencionados deben identificarse, analizarse y corregirse para disminuir el consumo de energía.
Con relación a los equipos domésticos, es importante que se empleen aquellos que tengan etiqueta de máxima eficiencia. Los equipos más eficientes permiten un ahorro de energía cercano al 30 %, con relación a otros más viejos o menos eficientes. De esta forma, se logra bajar la demanda de abastecimiento energético externo y la dependencia.
En lo que respecta a la climatización con calderas de gas, lo mejor es usar las calderas de condensación de humos. Estas calderas permiten un ahorro de gas del 30 %. Por otro lado, cuando no se cuenta con suministro de gas, la bomba de calor es el equipo más conveniente para la climatización, debido a su alta eficiencia energética.
Hogar Sostenible y el autoabastecimiento energético
En Hogar Sostenible apoyamos los esfuerzos encaminados a reducir la dependencia energética externa y a incrementar el uso de energía renovable, a partir de fuentes energéticas limpias. En este sentido, recomendamos el aprovechamiento de la energía solar, porque es inagotable, barata y no contamina el medioambiente.
También promovemos un cambio en los hábitos de vida y consumo de la sociedad, en función de la protección del medioambiente. En Hogar Sostenible alertamos que una parte muy significativa del consumo de energía proviene de malos hábitos y de un estilo de vida insostenible. En consecuencia, tales hábitos deben cambiarse para bajar la dependencia energética y preservar los recursos naturales no renovables.