Los cultivos de cobertura se han convertido en un método popular para mejorar la fertilidad del suelo, reducir la escorrentía del agua y controlar las malas hierbas para muchos agricultores de todo el mundo. Sin embargo, a pesar de su amplio uso, no todo el mundo sabe exactamente lo que son ni los numerosos beneficios que pueden aportar. Si te interesa saber más sobre cómo funcionan los cultivos de cobertura y sus muchas ventajas, sigue leyendo.
Indice de contenidos
¿Qué son los cultivos de cobertura?
Los cultivos de cobertura o abonos verdes son aquellos que permiten mejorar la calidad de los suelos y aumentar la biodiversidad en las áreas agrícolas. Además, son muy útiles para prevenir plagas y disminuir su impacto en el cultivo principal. Tanto el monocultivo como el policultivo pueden beneficiarse de los abonos verdes. En regiones semiáridas o con suelos erosionados, los cultivos de cobertura tienen un papel clave en la sostenibilidad agrícola.
Tipos de cultivos de cobertura
Existen tres categorías principales en los cultivos de cobertura:
Gramíneas
Estos cereales anuales, como el trigo, el maíz y la avena, crecen rápidamente y dejan residuos fáciles de manejar. Pero eso no es todo, también tienen raíces fibrosas fuertes que protegen los suelos de la erosión. Aunque es cierto que las gramíneas no tienen la propiedad de fijar el nitrógeno atmosférico, sin embargo, su relación simbiótica con la bacteria Azospirillum les permite acumular nitrógeno del suelo. Esto las convierte en una opción cada vez más popular en la agricultura moderna.
Leguminosas
No solo tienen la capacidad de añadir nitrógeno al suelo, las leguminosas también son excelentes cuando se trata de evitar la compactación del suelo, lo que hace que sean especialmente valiosas en sistemas agrícolas sostenibles. Y lo mejor de todo es que cuanto más grande es el cultivo, mayor es la cantidad de nitrógeno que fija. Si estás buscando algunas opciones de leguminosas para sembrar en tu huerto, podrías probar con el trébol encarnado o blanco, la alfalfa o la veza.
Plantas no leguminosas de hoja ancha
Además de absorber nitrógeno del suelo y producir abono verde, estas plantas también se pueden utilizar para controlar las malezas antes de la siembra. Las brásicas, los rábanos forrajeros, los nabos, las caléndulas, las mostazas y otros cultivos de hoja ancha son excelentes opciones para los productores que desean mejorar la salud de su suelo. Mientras que estas plantas pueden ser susceptibles a las condiciones invernales extremas, son una excelente opción para mejorar la calidad del suelo.
Beneficios de los cultivos de cobertura
Entre los numerosos beneficios que ofrecen los cultivos de cobertura, destacan los siguientes:
- Mayor fertilidad del suelo. Cada agricultor sabe que un suelo fértil es fundamental para un buen cultivo. Los cultivos de cobertura ofrecen una solución natural a este problema, incrementando la fertilidad del suelo. Esto se debe a que las plantas de cobertura comparten una relación simbiótica con los microorganismos del suelo, los cuales son esenciales para el crecimiento de las plantas y la formación de nutrientes.
- Mayor capacidad para retener el agua de lluvia. Los cultivos de cobertura sirven como una especie de «esponja» para el agua de lluvia. Esto significa que pueden absorber grandes cantidades de agua y mantenerla en el suelo durante más tiempo. Esto puede mejorar la calidad del suelo, incrementar los rendimientos de los cultivos y reducir la necesidad de riego artificial.
- Reducción de la erosión del suelo. Al cultivar más plantas de cobertura en los campos, los agricultores también están ayudando a reducir la erosión del suelo, que es un problema grave para las tierras de cultivo. La erosión del suelo puede ser causada por muchos factores, incluyendo la lluvia, el viento e incluso la actividad humana. Los cultivos de cobertura pueden ayudar a prevenir la erosión del suelo de varias maneras, como al mantener la superficie del suelo cubierta, proporcionar raíces profundas que ayudan a mantener el suelo en su lugar y mejorar la estructura general del suelo.
- Control de plagas. Mantener las plagas alejadas de los cultivos es una tarea constante que requiere atención y cuidado. Para ellos los cultivos de cobertura pueden ser una herramienta imprescindible para evitar que las plagas se hagan presentes. Al cubrir el suelo y crear un ambiente más húmedo, estos cultivos pueden reducir el estrés de los cultivos principales y por lo tanto, hacerlos menos susceptibles a los ataques de plagas. Esto significa que los agricultores pueden ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo al reducir la necesidad de utilizar pesticidas y otros productos químicos costosos y dañinos para el medio ambiente.
Con estas muchas ventajas, es fácil ver por qué los agricultores están adoptando cada vez más el uso de cultivos de cobertura en sus campos.
Cultivos de cobertura, una gran forma de contribuir al cuidado del medio ambiente
Los cultivos de cobertura son una herramienta importante para la agricultura sostenible. Esto se debe a que proporcionan múltiples beneficios a los agricultores, como la mejora de la fertilidad del suelo y un mayor control de las plagas. También pueden ayudar a reducir la erosión del suelo y mejorar la retención de agua en el mismo.
Estas ventajas hacen que los cultivos de cobertura sean una opción popular entre los agricultores en la actualidad, ayudándoles a producir cosechas sanas y de alto rendimiento con un impacto medioambiental mínimo. Por tanto, es importante tener en cuenta los beneficios de los cultivos de cobertura al planificar una explotación agrícola o un huerto.