La caldera de biomasa últimamente ha recobrado importancia, por la inestabilidad de los precios y la escasez del gas natural y el diésel. Por otro lado, debido al incremento de los precios de la energía eléctrica, los otros sistemas de calefacción han perdido parte de sus ventajas comparativas. En consecuencia, la caldera de biomasa y las estufas pellets, conocidas como estufas de biomasa, son una alternativa ecológica, económica y segura para brindar calefacción.
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¿Qué es la biomasa?
La biomasa son combustibles naturales de tipo renovables que se producen en la naturaleza directamente o como un subproducto de actividades agrícolas. Por tanto, la biomasa es diferente a los combustibles fósiles no renovables como el petróleo o el gas natural.
Empleando la biomasa se consigue ahorro energético, ya que se utiliza un combustible que forma parte del ciclo natural de CO2 en la naturaleza. Es decir, no se está aportando más CO2 al ambiente, sino que se aprovecha el mismo ciclo.
La caldera de biomasa puede alimentarse en la práctica con pellets, trozos de leña, huesos de aceitunas y cáscaras de frutos secos. Los pellets son la materia prima que necesita mayor elaboración, pero da mejores resultados prácticos que las demás.
Los pellets son pequeños trozos de 5 milímetros de serrín, el cual se ha prensado previamente para tomar dicha forma. De esta manera, se facilita mucho su dosificación en las calderas y estufas de biomasa, evitando los atascos y una alimentación descontrolada.
¿Qué es una caldera de biomasa?
Una caldera de biomasa es un equipo de calefacción que aprovecha el calor de la combustión de combustibles naturales, para calentar un depósito de agua. Posteriormente, este depósito de agua caliente se empleará para calentar la estancia utilizando radiadores de calor o fan coils.
Diferencias entre una caldera de biomasa y las estufas pellets
Con frecuencia estos términos se usan indistintamente para referirse a los mismos sistemas de calefacción, pero son dos equipos distintos en su constitución. Las estufas de pellets tienen un diseño más compacto que las calderas, así como una menor potencia. Además, las estufas de biomasa no calientan agua, sino que calientan directamente el aire del espacio donde están colocadas. Al igual que la caldera, la estufa es un equipo que permite un ahorro energético significativo de electricidad y combustibles fósiles.
Una sola caldera puede aportar calefacción a toda la casa, impulsando agua caliente a los radiadores de las habitaciones, sala, cocina, comedor, etc. Sin embargo, la estufa solo calienta el espacio donde está ubicada. Por tanto, la estufa es más práctica en espacios más pequeños, donde no sea prioritario el agua caliente sanitaria o como calefacción auxiliar.
Partes de una caldera de biomasa
Una caldera de biomasa está compuesta de una tolva de almacenamiento de biomasa, un tornillo sin fin alimentador, cámara de combustión e intercambiador de calor. Además, cuenta también con un ventilador de tiro, tubo de escape de humos, tubo de admisión de aire y colector de cenizas.
Otros componentes auxiliares de la caldera son la resistencia de ignición, el depósito de inercia, tanque de expansión, bomba de agua, válvulas y sensor lambda. Por otra parte, los materiales que se emplean son de chapa metálica, de varios milímetros de espesor, y aislante térmico exterior de fibra de vidrio.
¿Cómo funciona una caldera de combustibles naturales o biomasa?
La caldera de biomasa funciona calentando un depósito de inercia, con una gran capacidad de agua. Este depósito contiene el agua de todo el circuito primario de calefacción, así como el intercambiador de calor para el agua caliente sanitaria.
Cuando la temperatura del depósito está en 80 °C la caldera se mantiene apagada. Sin embargo, si la temperatura del depósito baja a unos 55 °C, entonces el circuito de control da la orden de arranque a la caldera.
La orden de arranque a la caldera activa el tornillo sin fin, para alimentar con combustibles naturales a la cámara de combustión. Al mismo tiempo, se activa la resistencia de ignición de la parrilla de la cámara de combustión, así como el ventilador de tiro. Luego, al cabo de pocos minutos, los pellets o trozos de madera se encienden, por la alta temperatura de la resistencia y el aire del ventilador.
El calor de los gases de combustión calienta el intercambiador de calor que tiene internamente la caldera. Este intercambiador está conectado por tuberías al depósito exterior de agua. Por tanto, con una bomba, se pone a circular agua entre este depósito y el intercambiador de calor de la caldera. De esta forma, comienza a calentarse el agua del depósito por transferencia de calor, hasta que vuelve a alcanzar los 80 °C. Finalmente, al alcanzar el depósito los 80 °C, se da la orden automática de apagar la caldera.
Las cenizas o residuos de la combustión van cayendo en el depósito de cenizas de la caldera, las cuales se desecharán luego fácilmente. Por otra parte, el humo de la combustión es conducido por una tubería hacia el exterior.
Ventajas de los sistemas de calefacción por biomasa
La biomasa es una fuente de energía inagotable, ya que proviene de los residuos vegetales de la limpieza de terrenos o de actividades agrícolas. En consecuencia, el aprovechamiento de tales desechos significa un ahorro energético muy importante, desde el punto de vista económico y ambiental.
Otra ventaja está relacionada con la seguridad energética que ofrece la biomasa, ya que la misma se produce y se procesa dentro del propio país. Por tanto, se disminuye la dependencia de combustibles fósiles, los cuales en su mayoría tienen que importarse.
El aprovechamiento de la biomasa fomenta el cultivo de tierra con fines energéticos, lo cual evita la erosión y degradación de los suelos. Además, las cenizas o residuos de la combustión de biomasa sirven para fertilizar los suelos.
Hogar Sostenible y los combustibles naturales
En Hogar Sostenible incentivamos la conciencia ambiental y el cambio de hábitos de vida de las personas, para proteger al medioambiente. Además, promovemos el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan el aprovechamiento eficiente de las energías verdes. Estas son aquellas que prácticamente no generan contaminación. Por ejemplo, entre las energías verdes están la energía solar, hidrógeno, energía eólica, energía hidráulica y, por supuesto, los combustibles naturales ecológicos. Por tanto, en Hogar Sostenible recomendamos el uso de la caldera de biomasa por todas las ventajas ya mencionadas.