En España, la caldera de gas es el equipo más utilizado para la calefacción de los espacios y del agua caliente sanitaria. Esto se debe a que históricamente los precios del gas han sido relativamente bajos, en comparación con otras fuentes de energía. Sin embargo, la guerra en Ucrania provocó el aumento de los precios del gas desde 18 €/MWh hasta 159 €/MWh en menos de un año. En consecuencia, ahorrar en la calefacción en este invierno será una tarea primordial, para reducir la factura del gas lo máximo posible.
En este artículo te daremos algunas ideas para ahorrar gas, sin que tengas que sacrificar la confortabilidad y comodidad del hogar, oficina o negocio. Ahorrar calefacción es además muy importante para la conservación de los recursos naturales no renovables y del medio ambiente en general.
Indice de contenidos
Mantenimiento de la caldera de gas para ahorrar en la calefacción
El ahorro en la factura del gas va ligado a la eficiencia de la caldera de gas. Por tanto, deberás realizar un mantenimiento profundo a tu caldera cada año. En dicho mantenimiento no puede faltar la limpieza del quemador y de los intercambiadores de calor, ya que son el corazón de la caldera. Además, deberás corregir posibles fugas de gas, fugas de agua en el circuito de calefacción, obstrucciones en las tuberías de agua de calefacción, etc.
Sin el debido mantenimiento, la eficiencia de una caldera puede caer hasta en un 40 %, provocando un mayor consumo de gas. En estas condiciones no podrás ahorrar en la calefacción, y lo más seguro es que tengas un aumento en la factura de gas.
Ahorrar en la calefacción cambiando la vieja caldera de gas
La guerra en Ucrania puede provocar que los precios del gas suban aún más. Por lo tanto, la inversión en la compra e instalación de una nueva caldera de gas de mayor eficiencia, es más factible. Es decir, en la situación actual de inestabilidad y altos precios, el gasto en una nueva caldera se amortizaría relativamente rápido.
Si todavía tienes tu vieja caldera de gas, puedes optar por cambiarla por una moderna caldera estanca de condensación. Esta aprovecha mejor el calor del humo de la combustión del gas. De esta forma, la caldera de condensación es un 30 % más eficiente que una caldera convencional. En consecuencia, el ahorro en la factura del gas alcanza también el 30 %, lo cual es una cantidad realmente significativa.
Ajuste racional del termostato para ahorrar en la calefacción
Ante la escasez y altos precios del gas, deberás evitar al máximo el desperdicio de energía. En este sentido, lo más sensato es bajar la temperatura de calibración del termostato de control a 20° C. Se estima que cada grado de aumento de la temperatura produce un incremento del consumo de energía del 7%. Por tanto, para ahorrar en la calefacción la temperatura ambiental más adecuada debe estar entre 20 y 21 °C.
Por otro lado, si quieres reducir la factura del gas, deberás calibrar el termostato del agua caliente sanitaria a 30 °C. Esta es la temperatura ideal para ducharse todos los días, sin causar desperdicios de energía.
Ahorrar gas reforzando el aislamiento térmico
Se estima que un inadecuado aislamiento térmico puede causar un desperdicio de energía de calefacción del 30 %. Por tanto, para ahorrar calefacción deberás reforzar el aislamiento térmico de puertas, ventanas, paredes, techos, suelos y muros.
En las ventanas, si vas a reducir la factura del gas, lo mejor es optar por el doble acristalamiento, lo cual también aporta buen aislamiento acústico. Además, podrás ahorrar en la calefacción si corriges cualquier pequeña rendija de la ventana, ya que esta dejará pasar el frío al interior.
Las puertas exteriores, para ahorrar gas de calefacción, deberán contar con dos capas de material PVC: una en la cara interior y otra en la exterior. Además, al igual que las ventanas, deberás asegurarte de sellar cualquier rendija por donde pueda entrar el frío exterior.
El ahorro en la factura del gas es posible con un buen aislamiento térmico de las paredes y muros. En las paredes es recomendable realizar el aislamiento térmico utilizando láminas de yeso. Por otra parte, el techo deberá tener un cielorraso de yeso o anime, con un relleno de fibra de vidrio o espuma de caucho.
Finalmente, en el suelo se deberán emplear materiales con buen aislamiento térmico, pero que también tengan buena resistencia a la compresión. Entre estos materiales destacan la lana de vidrio, lana de roca, poliestireno expandido, arcilla expandida, etc.
Ahorrar en la calefacción reubicando o cambiando los radiadores térmicos
Cuando deseas ahorrar en la calefacción, no puedes colocar en cualquier sitio los emisores térmicos. En este sentido, tendrás que asegurarte que no hayan objetos que interrumpan el intercambio de calor del radiador con el aire circundante. Por otra parte, tendrás que asegurarte que los radiadores térmicos no contengan aire, ya que esto les resta mucha eficiencia. En estos casos, deberás purgar el aire de los radiadores, abriendo sus respectivas válvulas de purga.
También es de mucha importancia sustituir tus viejos emisores térmicos por otros de mayor eficiencia. Actualmente, los nuevos radiadores térmicos están diseñados para trabajar con agua caliente a menor temperatura. Por ejemplo, los radiadores tradicionales se diseñaban para funcionar con agua a una temperatura de 70 °C. Sin embargo, los emisores térmicos modernos pueden trabajar con agua a 55 °C, debido a que son más eficientes.
Es recomendable, para mejorar el intercambio térmico con el aire, usar emisores térmicos que tengan pequeños ventiladores de recirculación. Estos equipos logran una mayor eficiencia térmica y energética.
Hogar Sostenible y el ahorro en la factura del gas
En Hogar Sostenible incentivamos el uso racional del gas, ya que esto no solo permitirá ahorrar en la calefacción, sino que también disminuirá la contaminación medioambiental. La quema indiscriminada de combustibles fósiles produce grandes cantidades de CO2, que es la causa principal del efecto invernadero que afecta a toda la Tierra. Además, también promocionamos la conciencia ambiental en las personas, para buscar un estilo de vida más amigable con la naturaleza.