¿Sientes curiosidad por la eficiencia energética y por cómo reducir tu huella ecológica? Construir una casa cálida, acogedora y respetuosa con el medio ambiente puede ser un proceso intimidante. Pero, ¿sabías que existe un concepto de diseño que podría ser la solución a todos tus sueños ecológicos? Este tipo de construcción se llama casa pasiva, un sistema diseñado para lograr la máxima eficiencia energética en edificios residenciales sin sacrificar la estética ni el confort.
En esta entrada del blog, analizaremos qué define exactamente una casa pasiva y por qué podría ser la opción perfecta para cualquiera que busque minimizar su huella de carbono sin dejar de disfrutar de todas las ventajas de una vivienda moderna.
Indice de contenidos
Los 5 principios básicos de una casa pasiva
Una casa pasiva es un concepto de diseño de edificios energéticamente eficientes originado por el ingeniero alemán Wolfgang Feist en la década de 1990. Se basa en cinco principios fundamentales, que desarrollamos a continuación.
1. Aislamiento térmico excelente
En la construcción de una casa pasiva, un excelente aislamiento térmico es un componente esencial. Los beneficios de un aislamiento adecuado son dobles. Por un lado, puede reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior del edificio. Y, por otro lado, también puede reducir el consumo de energía.
Para ofrecer la máxima protección, las casas pasivas necesitan un aislamiento que ofrezca tanto un sellado hermético como una difusión eficaz para minimizar la posibilidad de fugas de aire. El aislamiento debe colocarse en zonas específicas, como en las paredes exteriores, en los áticos y bajo los tejados, para maximizar su eficacia.
2. Estanqueidad del aire
La estanqueidad al aire es otro elemento esencial en el diseño de una casa pasiva, ya que limita la cantidad de aire que puede fluir del interior al exterior. Las fugas de aire a través de los materiales de construcción reducen el rendimiento del aislamiento y aumentan las necesidades de calefacción y refrigeración. También provoca la acumulación de humedad y problemas de condensación, que pueden crear moho y otros riesgos para la salud.
Una casa pasiva bien sellada tiene hasta un 80% menos de fugas de aire que las casas tradicionales. Además, está construida con juntas, masillas, membranas, aislamiento de espuma rígida, cintas adhesivas y otros elementos que garantizan el cierre hermético de las juntas de paredes y techos. Al proporcionar estanqueidad junto con aislamiento, las casas pasivas son espacios habitables muy herméticos, lo que se traduce en un mayor confort.
3. Ventilación con recuperación de calor
Este tipo de ventilación ayuda a regular la cantidad de calor que entra y sale de un espacio. Al hacer girar el aire dentro de un entorno habitable, limita las temperaturas extremas o los cambios bruscos causados por influencias externas como el clima.
La ventilación con recuperación de calor funciona tomando el aire caliente del interior, pasándolo por un intercambiador, antes de expulsar el aire más frío. De este modo, la energía se retiene en lugar de perderse para compensar el nuevo calor que se intercambia. En última instancia, el aire que circula siempre se mantiene equilibrado, independientemente de las condiciones exteriores. De esta forma evita que se produzcan corrientes de aire, lo que garantiza un nivel de vida saludable y energéticamente eficiente en el hogar.
4. Ventanas y puertas de alto rendimiento
Estas ventanas y puertas están diseñadas para proporcionar un aislamiento superior, permitiendo una pérdida o transferencia de energía mínima. Esto puede ayudar a mantener una temperatura agradable, al tiempo que permite que la luz natural entre en la casa.
Las ventanas y puertas de alto rendimiento también deben ser lo suficientemente duraderas como para resistir temperaturas extremas, viento, lluvia y otras condiciones ambientales que puedan afectar a la eficiencia energética de la vivienda. Al invertir en ventanas y puertas de alto rendimiento, los propietarios pueden disfrutar de todas las ventajas de una casa pasiva sin sacrificar el confort ni la funcionalidad.
5. Ausencia de puentes térmicos, último punto clave de una casa pasiva
La ausencia de puentes térmicos es un principio crucial de las casas pasivas, cuya importancia radica en que impide la transferencia de calor a través de paredes y techos. En términos sencillos, este principio garantiza que el calor no pueda pasar por ninguna parte de esas zonas, independientemente de cómo sean las temperaturas exteriores.
El resultado es una temperatura interior constante y, por tanto, una reducción de los costes energéticos, con una menor dependencia de los sistemas de climatización para compensar las fluctuaciones externas. Con menos puentes térmicos, los edificios construidos según esta norma tienen un potencial mucho mayor para lograr una eficiencia energética excepcional aprovechando que los contaminantes son limitados.
Casa pasiva, una gran apuesta por la sostenibilidad
Las casas pasivas son una gran apuesta por la sostenibilidad, que no solo ayudan a ahorrar en costes energéticos, sino que también proporcionan un entorno cómodo y saludable para quienes conviven en ellas.
Si deseas obtener más información sobre cómo construir una casa pasiva o si estás listo para dar el siguiente paso para hacer tu vivienda más sostenible, ponte en contacto con nosotros hoy mismo. Estaremos encantados de responder a cualquier pregunta que puedas tener sobre la construcción de una casa pasiva o ayudarte a hacer tu hogar más sostenible.