La oferta en el mercado es cada vez más amplia, sea cual sea el sector. En este mercado van ganando espacio los productos ecológicos, sin embargo, también hay mucho engaño con esto. A la hora de comprar, ¿cómo puede saber el consumidor que está adquiriendo un producto que verdaderamente es ecológico? Las etiquetas ecológicas son la mejor garantía. Hay diferentes tipos de ecoetiquetas y, a continuación, vamos a explicarte con detalle qué son, cuáles son estos tipos y sus características. De esta forma podrás comprar con conciencia y garantías.
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Las ecoetiquetas son una garantía para el consumidor porque certifican que ese producto ha cumplido con todas las pautas de producción ecológicas, desde el origen de sus materias primas, hasta su llegada al comercio donde es puesto a la venta.
También son llamadas “etiquetas verdes”. Si las encuentras en un producto, sabes que ese producto o servicio es sostenible. Porque es común que a veces nos quieran engañar cuando hacemos una compra y pretendan hacer pasar por ecológicos productos que realmente no lo son. Es importante saber distinguir esto para que no nos den gato por liebre. Si le ves la etiqueta ecológica, puedes comprarlo con tranquilidad.
La ecoetiqueta fue creada en 1992, dentro de la Comunidad Europea para fomentar la producción y el consumo sostenible. El objetivo es reducir el impacto ambiental haciéndolo compatible con el consumo. Según el método de producción, un producto puede ser producido causando un mayor o menor impacto medioambiental o gastando más o menos recursos.
Se pretende motivar a los productores para que adopten políticas de protección ambiental en sus negocios. E informar al consumidor de cuándo un producto o servicio contribuye a la sostenibilidad ambiental o, por el contrario, al consumirlo está participando en el daño al planeta.
Son etiquetas que sirven para comunicar al consumidor que ese producto y/o el envase, están hechos de material reciclado, y se han elaborado siguiendo métodos ecológicos. Al mismo tiempo, mediante este distintivo se intenta favorecer la venta de estos productos o servicios, por entender que son saludables para el consumidor.
Estas etiquetas tienen unas características que te mostraremos más adelante, para que sepas identificar cuándo el etiquetado es auténtico y no se trata de una etiqueta falsa. Lamentablemente, hay mucha estafa con respecto a esto.
La información que deben contener las etiquetas ecológicas está regulada por ley. No te conformes con cualquier etiquetado cuando vayas a la compra. Asegúrate de que se trata de una ecoetiqueta real y homologada, lo cual querrá decir que ese producto ha pasado con éxito los controles y merece llevar el distintivo.
En la etiqueta debe indicar:
Si se cumplen todos los requisitos, en la etiqueta nos podremos encontrar con diversos nombres como “Bio”, o “ecológica”. Lo importante es que aporte todos los datos indicados.
El consumidor tiene que saber qué está comprando, sin engaño ni confusión.
Podemos distinguir hasta tres tipos de etiquetas ambientales y, aparte, tenemos el certificado energético.
La etiqueta tipo 1 es la que conocemos como etiqueta ecológica o ecoetiqueta. Es el certificado de la UE, que se creó en 1992. Sigue la norma ISO 14024. Son otorgadas por una entidad independiente que verifica que durante todo el ciclo de vida del producto se han seguido procedimientos sostenibles.
Las etiquetas tipo 2 son en realidad autodeclaraciones ambientales, porque no es un organismo oficial, sino el mismo fabricante el que añade la indicación en su producto. Pero no lo hace de manera arbitraria, sino que debe seguir para ello la norma ISO 14021, la cual obliga a indicar si el producto puede desmontarse, si se puede reciclar y en qué porcentaje, si se puede reutilizar o cuántos recursos consume.
Las etiquetas tipo 3 o declaraciones ambientales de un producto lo que hacen es indicar, en base al análisis del ciclo de vida de distintos productos, cuál es su impacto ambiental. No hay criterios de preferencia ni obligatorios, pues simplemente se trata de aportar información. Siguen las normas ISO 14040 y 14025.
El certificado energético no es una etiqueta, aunque cumple una función similar, sin embargo, en este caso se aplica a un inmueble. Lo que indica es la eficiencia energética que tiene un inmueble. A mayor eficiencia energética, más respetuoso será ese bien con respecto al medioambiente.
En Hogar Sostenible nos preocupamos porque estés bien informado acerca de cómo vivir de manera más respetuosa con tu entorno. Por eso, hemos querido explicarte todo acerca de qué son, para qué sirven y cómo leer las etiquetas ecológicas. Te invitamos a conocer también qué es el certificado Ecocert de los productos cosméticos y la etiqueta Ecolabel que se aplica a los productos de limpieza.
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